lunes, 20 de julio de 2015

Salmos 86



Salmos, 86

1.Escúchame, Señor, y respóndeme, pues soy pobre y desamparado;

2.si soy tu fiel, vela por mi vida, salva a tu servidor que en ti confía.

3.Tú eres mi Dios; piedad de mí, Señor, que a ti clamo todo el día.

4.Regocija el alma de tu siervo, pues a ti, Señor, elevo mi alma.

5.Tú eres, Señor, bueno e indulgente, lleno de amor con los que te invocan.

6.Señor, escucha mi plegaria, pon atención a la voz de mis súplicas.

7.A ti clamo en el día de mi angustia, y tú me responderás.

8.Nadie como tú, Señor, entre los dioses y nada que a tus obras se asemeje.

9.Todos los paganos vendrán para adorarte y darán, Señor, gloria a tu nombre.

10.Porque eres grande y haces maravillas, tú solo eres Dios.

11.Tus caminos enséñame, Señor, para que así ande en tu verdad; unifica mi corazón con el temor a tu nombre.

12.Señor, mi Dios, de todo corazón te daré gracias y por siempre a tu nombre daré gloria,

13.por el favor tan grande que me has hecho: pues libraste mi vida del abismo.

14.Oh Dios, me echan la culpa los soberbios, una banda de locos busca mi muerte, y son gente que no piensan en ti.

15.Mas tú, Señor, Dios tierno y compasivo, lento para enojarte, lleno de amor y lealtad,

16.vuélvete a mí y ten piedad de mí, otórgale tu fuerza a tu servidor y salva al hijo de tu sierva,

17.y para mi bien haz un milagro. Humillados verán mis enemigos que tú, Señor, me has ayudado y consolado.

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