sábado, 18 de junio de 2016

FACUNDO CABRAL-FERROCABRAL-12 parte (Transcripción Juana Macedo)


FACUNDO CABRAL-FERROCABRAL-12 parte
(Transcripción Juana Macedo)

Solo absolutamente solo, egipciamente solo como el Sinuhé, bíblicamente solo como Job, oficialmente solo como el poder, políticamente solo como el Elso saray, naturalmente solo como Einstein, si Einstein no hubiera participado en el éxodo de Moisés, lo habría hecho fracasar porque hubiese estado a favor del Faraón.

Es más, ya ni siquiera estoy prohibido que para un cantor de mi calaña es una vergüenza, solo como Margaret Tacher en Cosquín, solo como Hitler en el once.

Bueno solo dentro de lo posible, porque nadie puede estar absolutamente solo aunque lo quiera hasta Ortega necesitó de Gasset…

Llegamos a la naturaleza, aquí me detengo a descansar del intelecto y sus trampas. Nada como mi tierra, perdón mi Señor, tu tierra, porque esta es tu tierra, este es tu mundo, esta es tu vida.

Lo necesario fue hecho por el Señor y con eso es suficiente. Recién ahora entiendo aquellos beduinos, del Néguev en Israel, que después me dijeron: “Nosotros no trabajamos porque pretender hacer algo, es dudar que el Señor terminó la creación”.

Parecido a un amigo mío de aquí de Buenos Aires, Federico Manuel Peralta que alguna vez le dijeron:

¡Callate Federico vos sos un marica! 

Y Federico enojadísimo contestó: 

¡No te permito John yo no soy un mantenido, yo cobro sueldo de hijo!

Tal vez por algo parecido los Tarahumaras de la Sierra, Tarahumara del Chihuahua mexicano dicen: 

“Nosotros no usamos armas, porque si las armas fuesen necesarias, habríamos nacido con ellas”.

Y alguna vez en mi casa, quejándome delante de mi madre, ella me dijo:

“Si yo mal no recuerdo cuando naciste estabas desnudo, es decir, que hasta ese pantalón y esta camisa es ganancia”

Lo necesario fue hecho por el Señor y con ello es suficiente.

No crezca mi niño, no crezca jamás, los grandes al mundo le hacen mucho mal.

El hombre ambiciona cada día más y pierde el camino por querer volar.

Vuele bajo porque abajo, está la verdad, esto es algo que los hombres no aprenden jamás.

Por correr el hombre no puede pensar que ni el mismo sabe para dónde va.

Siga siendo niño y en paz dormirá sin guerras ni máquinas de calcular.

Vuele bajo porque abajo esta la verdad, esto es algo que los hombres no aprenden jamás.

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